Garbarino tiene todos los contratos a su disposición.
Asumió y le ofrecieron estudiarlos, pero no lo cree necesario.
DANIEL ROSA
"Tenemos la historia sobre nuestras espaldas y el futuro venturoso por delante". Con esas palabras Ricardo Alarcón inició su segundo período consecutivo como presidente de Nacional. Entre aplausos, abrazos y deseos de buena suerte, faltaba algo. A esa altura, pasadas las 12.50 del mediodía, había sólo 10 integrantes de la comisión directiva que asumía funciones ayer. Faltaba Mario Garbarino, el candidato opositor y único que ingresó por la minoría.
Ricardo Alarcón (presidente), Héctor Olmos (vicepresidente), Mario Menéndez, Atilio Narancio, Juan Ache, Daniel Barreiro, Alejandro Balbi, Claudio Puig, Pablo Santos y Javier Gomensoro habían recibido ya la investidura por parte del Dr. Roberto Alonso Mora, presidente de la Comisión Electoral, socio tricolor y "abogado defensor de Don Miguel Restuccia cuando tuvo que afrontar la infamia", recordó Barreiro.
El murmullo había pasado a convertirse en voz alta. Las especulaciones eran muchas y comenzaba la discusión sobre si estaba bien en no venir o si era un error. Mientras se hacía la foto a la nueva comisión directiva, a las 13:05 Garbarino irrumpió en la sala de presidencia. "Más vale tarde que nunca", dijo alguien. Se abrió paso entre la gran cantidad de gente que había en la antesala, saludó uno a uno a los nuevos consejeros y se estrechó en un abrazo con Alarcón, lo que arrancó un aplauso espontáneo de los presentes.
Bienvenida. Luego de la sesión protocolar -y ya sin público en la sala- llegó la primera reunión formal de la nueva directiva. Alarcón les dio la bienvenida a los nuevos y, especialmente, a Garbarino. Según contó un presente, se le hizo referencia a lo que fue la campaña electoral, pero no se le increpó nada. El que fuera candidato presidencial por la Lista 8 dijo que llegaba dispuesto a trabajar por Nacional y en ese sentido se le puso a disposición todos los contratos vigentes a fin de que pudiera revisarlos, ya que desde su sector -especialmente Hugo De León- se fustigó a la anterior administración porque se entendía que se hicieron negocios que no eran favorables al club. Garbarino dijo que no era necesario. "Hay que mirar hacia adelante", respondió.
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