BLANCO. HA JUGADO POCO PERO ES DE LOS QUE MAS GOLES CONVIERTE...

Lleva convertidos veinte tantos en un año y medio.

Hasta el pasado sábado, Nacional llevaba sesenta goles convertidos a nivel oficial en lo que corre del año 2009. Alvaro Fernández, "El Grillo" Biscayzacú, Lodeiro y "El Morro" García sumaban ocho cada uno, Sergio Blanco cinco, Domínguez, "El Cacique" Medina, Coates y Victorino cuatro cada uno, Mondaini tres, Cazulo dos, y los restantes se los repartían Arismendi, Romero, Martín Rodríguez y el negriazul Carlos Macchi, que anotó en su propia valla.

Repasando nuevamente los nombres, es fácil encontrar un factor común en todos los futbolistas si se excluye al "Chapita" Blanco: ninguno de ellos estaba a la orden de Eduardo Acevedo para jugar frente a Cerro Largo, algunos por estar en la Selección juvenil, los otros ya no integran el plantel tricolor.

Por consecuencia, el único jugador de Nacional que había convertido a lo largo del año era el ex futbolista de Wanderers, quien ya lleva veinte con la casaca tricolor, varios de ellos fundamentales para conseguir resultados importantes, pese a las pocas oportunidades de jugar que ha tenido, sobre todo en el último Uruguayo. Vale recordar además que el delantero estuvo a poco de dejar el club pues se decía que tenía ofertas desde el exterior y los propios dirigentes afirmaban que su continuidad o no dependía del técnico que llegase.

Blanco llegó a Nacional a principios de 2008, después de que en varios períodos de pases su nombre sonara insistentemente, y en sus primeros meses apareció poco y nada, aunque cabe acotar que venía recuperándose de una delicada lesión; en el Clausura no ingresó al campo, solamente estuvo como suplente en algunos cotejos. Recién apareció en la Liguilla, donde ­por ejemplo­ ya no estaba "El Tuna" Fornaroli y se buscaba un compañero para "El Chengue"; anotó frente a Rampla, luego vino la caída en el clásico y enseguida anotó los dos tantos frente a Danubio para la victoria 2-1 que permitió igualar el primer puesto ante Defensor.

En la pretemporada mostró su efectividad anotando cuatro goles más en cotejos amistosos pero, igualmente, durante el Apertura reapareció recién sobre el final: le anotó a Villa Española, el tres de diciembre, en el famoso cotejo postergado; tres días después anotó uno de los goles en el empate ante Cerro (3-3) y una semana más tarde, a los setenta y dos minutos, de penal, le dio el triunfo en el clásico, cerrando el año con 10 goles, 6 de ellos oficiales.

El año 2009 lo comenzó convirtiendo otra vez ante el tradicional rival por la Copa Bimbo (2-1), y volvió a ser fundamental sumando otra conquista para el triunfo (2-1) frente a Central por la última fecha del Apertura, victoria que le valió el pasaje a la final a los tricolores.

Ya en el Clausura, Pelusso prefirió otras opciones, apostando varias veces a Mondaini, que llegó para ser el "punta por afuera" que le faltaba al equipo.

En el empate ante Liverpool fue el causante de que Federico Domínguez debiera repetir el penal que había convertido ya que se adelantó al ingresar al área, con tanta mala fortuna que el argentino falló en segunda instancia, y eso le valió quedar fuera del equipo por varios cotejos. Volvió cuando el entrenador decidió prescindir de los titulares, anotando ante River Plate, luego en varios juegos de la Liguilla, frente a Cerro, Racing y River y también en los últimos amistosos, ante Juventud de Colonia y la Mutual (dos).

El sábado, ante Cerro Largo, cuando todos esperaban ya la llegada de Regueiro para jugar "por afuera", lo que seguramente postergará nuevamente al ex jugador bohemio, anotó el único tanto del partido, dándole los tres puntos a su equipo, como para que no se olviden que cuando lo llaman, siempre cumple.

LA REPUBLICA