CASI CAMPEÓN


Nacional dio un paso giganteEl bolso ganó de atrás la cuarta final y Defensor perdió al arquero


EDWARD PIÑÓN

Sí, está para Nacional. Tiene mucha pinta de campeón. Ganó un duelo decisivo. Y de atrás.

No lo duda nadie, el partido de ayer no fue uno más. No era uno del montón de la interminable serie entre tricolores y violetas. Era un duelo clave. Vital. Y el bolso, al igual que en los anteriores, salió fortalecido. En realidad, ahora mucho más.

Sí, no lo pone en tela de juicio nadie, está para Nacional. Para sus jugadores que respondieron como siempre en los partidos complicados, metiendo y dando todo. Para su técnico, que salió a flote aunque su fútbol en la mayoría de las ocasiones no fue del agrado del paladar tricolor.

Sí, está para Nacional. Es clarísimo que ya hizo todo lo que se le podía pedir a un equipo que pretende ser campeón de un torneo tan importante como el Uruguayo. La perla fue la de ayer. En la única contienda que empezó perdiendo, lo dio vuelta y le hizo a su rival una herida profunda, de la que emana muchísimo dolor.

Y eso fue relevante. No lo discute nadie. En una serie que, salvo lo sorprendente de la tercera contienda, ha sido marcada por la paridad, ganar de atrás es prácticamente dejar al borde de la desesperación al oponente.

Nacional fue duro, firme y serio. Quizás sin el lucimiento que se espera, pero su potencial nunca estuvo en duda y ahora que Defensor Sporting perdió a la gran columna del equipo (entiéndase Martín Silva), será bravísimo que deje escapar el trofeo para el cual ya hizo un espacio en sus vitrinas.

El partido fue intenso, aunque las áreas no la pisaron tan seguido como se esperaba. Hubo emoción, pierna fuerte, gran despliegue y nervios de los dos lados, razón por la cual parecía que todo iba a depender del error del adversario.

La paridad estuvo otra vez bien latente. De la misma forma que Rodrigo Muñoz respondió notablemente ante un cabezazo Diego Vera, Martín Silva hizo algo similar frente a un bombazo de Santiago García.

La viola quiso complicar con la inclusión de Navarro casi como tercer delantero, situación que al final fue gravitante porque Vera tuvo menos control de los zagueros rivales, pero el tricolor le armó flor de lío con la profundidad que le aportó a su juego Álvaro Fernández.

Entonces, en ese va y viene ocasional, porque costó ver jugadas de alto riesgo, el que más amenazaba era Nacional. Que, justo es precisarlo, debía afrontar la mayor responsabilidad deportiva para encarrilar la serie a su favor, la tarde en la que los del Parque Rodó jugaban sin De Souza.

Eso sí, pese a tomar las riendas del juego, faltó determinación. O, mejor dicho, más agresividad.

Y si el primer tiempo terminó con mejor posicionamiento de los del Parque Central fue justamente por lo que pasó en el final mismo. Cuando Martín Silva perdió los estribos y se ganó la roja con el "Cacique" Medina.

Lo interesante del asunto es que con el aire de "serie liquidada" por la enorme baja que sufría el violeta, los muchachos de Da Silva fabricaron una buena jugada y facilitados por el mal cierre tricolor metieron un gol que puso a los de Pelusso a caminar por un sendero de espinas.

Pero el DT reaccionó tanto como los jugadores y como equipo grande, se fue arriba. Revoleando la camiseta, como lo pedía su hinchada desde las tribunas Colombes y Olímpica.

Creció Victorino. Empujó "OJ". Se fortaleció más el "Morro". Y Nacional se la jugó. A ganar o ganar.

Porque ni siquiera paró de tirar sus líneas hacia adelante tras el empate de cabeza del zaguero Coates. Siguió presionando, siguió metiendo pelotas entre dos zagueros que volvieron a dar enormes ventajas y así llegó la locura total.

Porque el segundo de Biscayzacú se festejó como si fuera el tanto que sentenciara muchísimo más que un partido. Y lo fue.

Era el primero de la segunda serie. Era el partido para marcar el futuro del campeonato y se lo llevó para los Céspedes de la mejor manera. No lo discute nadie. Está para Nacional.

Las cifras 4 partidos consecutivos ya lleva Nacional sin conocer la derrota frente a Defensor Sporting.

5 expulsados ya se registraron en las contiendas de las finales de violetas y tricolores.

Las estrellas M. Victorino Se lució en el duelo mano a mano y fue el líder del cuadro para dar vuelta el partido.

P. Pintos El hombre más peligroso de su equipo. Desbordó, habilitó bien y convirtió. Fue figura.

O. Morales Una vez más una máquina de marcar, quitar y meter. Su presencia fue relevante.


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