A la gente de Nacional no le arruinó la noche quedar afuera de la Libertadores: La imagen del Parque Central sobre el final del partido era como si el equipo estuviese clasificando. El público emocionó.

El recibimiento fue espectacular, el aliento increíble y el final emocionante. Nacional perdió ante un equipo superior en todo. De los mejores de la Copa. Pero la gente se lleva el premio, el hincha, que a pesar del duro golpe recibido en lo deportivo hizo lo que tenía que hacer.


El Parque fue una olla de aliento, que no se vio contagiada ni para bien ni para mal por el equipo. La gente alentó sin importar nada, como nunca, sabiendo que se viene Peñarol y la definición del Uruguayo.

Con el tercer gol del Cruzeiro los cantos de la hinchada cambiaron y pasaron a ser directamente contra el tradicional rival. El objetivo cambio en pleno partido cuando imposible fue remontar el resultado.

El hincha terminó agitando su camiseta, bandera o lo que estaba al alcance al ritmo de "vamos bolsilludo, cada día te quiero más...". Tal cual como si se estuviese festejando la clasificación ansiada a cuartos de final. Hasta se dieron el lujo los que asumieron la derrota inobjetable de cantar un "ole, ole" que creció en la tribunas cuando Nacional tocaba la pelota de un lado a otro, pero caía 3 a 0.

El templo del Bolso se vistió de gala. Y la fiesta no dejó de ser fiesta por el resultado en contra. "Quedamo´ afuera de la Copa pero yo, te quiero igual", soltaba la tribuna. La cabeza del hincha cambió y se acordó de la final del Uruguayo, esa ante el tradicional rival que se juega en pocos dias, y que hay que ganar como sea...


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