DANIEL ROSA EN BELO HORIZONTE | EL PAÍS EN BRASIL
Y sí, que se rían, tienen todo el derecho. Nos creímos que la debilidad de Cruzeiro eran sus zagueros y resulta que fue todo lo contrario. Leonardo Silva y Gil dominaron a la delantera tricolor y, en contrapartida, Sebastián Coates jugó un partido terrible, falló en dos ocasiones y eso costó dos goles y algo más.
Importante. Cruzeiro sacó una ventaja importante con el 3-1 conseguido en casa, pero todavía no puede decirse que definió la serie. El gol anotado por Mario Regueiro en el inicio del segundo tiempo puede ser muy importante, porque ganando 2-0 en Montevideo la clasificación a cuartos de final será tricolor.
¿Es capaz Nacional de levantar esta diferencia en casa? Sí, pero no jugando como en el primer tiempo de anoche, sino como en el segundo, en el que tuvo otra actitud y los cambios inteligentes y hasta ambiciosos de Eduardo Acevedo adelantaron al equipo.
A la hora de explicar el por qué de la derrota, hay que decir que no se cumplieron todos los objetivos trazados. Se concretó el haber controlado los laterales de Cruzeiro, pues aunque en alguna ocasión pasaron al ataque y llegaron hasta el fondo, no lo hicieron tanto como se temía. El trabajo de Calzada en el inicio fue muy bueno para darle una mano a Christian Núñez. También se anotó un gol que pudieron haber sido dos si Vera no erraba solo frente a Fabio un minuto antes de la anotación de Regueiro y, asimismo, se dejó una diferencia descontable.
Horror. Sin embargo, el 1-0, luego de un error (u horror) de Coates al fallar un despeje, llegó a los seis minutos cuando se había dejado en claro que había que aguantar los 15` primeros a pie firme y con las dos líneas de cuatro bien armadas. Tampoco se controló la mitad de la cancha ni se consiguió un buen resultado, aunque tampoco es tan malo el 3-1.
Futbolísticamente, Cruzeiro fue mucho más, con dos volantes soberbios como Henrique (el 8) y Fabricio (5), dueños de una dinámica envidiable. Quitaron, relevaron y lanzaron profundos pases de gol para el segundo de Thiago Ribeiro y Kléber. Por el contrario, Nacional no supo manejar el balón, por más que salió a jugar el complemento con mucha actitud y llegó al descuento, ya dejando el 4-4-1-1 de lado para pasar a tener dos puntas con el ingreso de Diego Vera por el lesionado Gustavo Varela.
Nacional perdió muchas pelotas y propició salidas en contragolpe que fueron letales. La explicación radica en que a la hora de generar, el balón pasó más por los pies de Ferro que por los de "Matute" Morales. A eso debe sumársele que el equipo se vio rápidamente en desventaja y no estaba diseñado como para salir a anotar goles, sino para defenderse y tener el balón lejos del área propia.
En ese sentido, Regueiro estuvo muy solo durante todo el primer tiempo y fue superado en todo momento por la defensa rival.
Jugo. Cruzeiro, en cambio, sacó jugo de uno de sus grandes goleadores, porque Thiago alcanzó a Kléber como máximo artillero de la Copa.
El acierto de Acevedo tal vez fue aceptar que la diferencia no era tan mala y por eso armar para los últimos 22 minutos una línea de cinco en el fondo al darle ingreso a Gonzalo Godoy, que ingresó en lugar de "Matute" Morales.
En suma, entonces, tras el primer choque frente al Cruzeiro por octavos de final de la Copa Santander Libertadores, Nacional está con vida, aunque en estado reservado. Su lucha por la supervivencia continuará el próximo miércoles en Montevideo.
Las estrellas
Fabricio
Jugó con total libertad en el primer tiempo y fue el generador del fútbol de Cruzeiro. Salió lesionado.
Thiago Ribeiro
Hizo tres goles y generó al menos otra cantidad igual de chances claras para anotar. Muy veloz.
Gil
El zaguero brasileño anticipó casi toda la noche a Regueiro. Buen físico, rápido y con personalidad.
Ovación digital
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