A las seis de la madrugada del jueves 29 estoy partiendo rumbo a San Pablo para tomar la conexión con Bello Horizonte, sobre las 13 horas estaré llegando al Hotel donde se encuentra la delegación tricolor. Viajo solo y es la primera vez que tengo la oportunidad de ver y alentar al tricolor en el extranjero, estoy algo ansioso pero con el corazón colmado de ilusiones y confianza; me consta que los hombres que defiende nuestra casaca lo harán con honor y dignidad dejando todo en la cancha. Algunas personas que saben de mi viaje me dijeron “estás loco ir tan lejos por un partido”, “mira que cruzeiro es bravo pueden perder feo”, “gastar tanto y viajar tan lejos por un partido, en lugar de ir algún lado de vacaciones”; estas personas seguramente no entienden lo que es ser de Nacional y amar esta camiseta, no imaginan la cantidad de veces que mirando el partido me llenaba de orgullo al ver los hinchas tricolores alentando sin parar en lugares como México, Perú, Ecuador, Argentina, Brasil, Colombia, etc.; no imaginan las ganas y los deseos de estar ahí con mis hermanos tricolores sufriendo y gozando. Lamentablemente no puedo viajar en Bus porque mi columna no soporta cuatro días de viaje, si no fuera así viajaría con otros tricolores que me imagino a esta hora están cantando canciones y coreando el nombre de Nacional en la ruta. Tengo mucha confianza en que traigamos un resultado más que positivo, pero si fuera lo contrario igualmente me dolerán las manos de aplaudir y quedaré afónico de gritar y alentar a los jugadores para darles fuerza para la revancha. Es poco el equipaje pero de gran valor, viajo con mi camiseta, una remera de Decano y la bandera de Nacional. Espero regresar con la victoria, algunas fotos y el domingo reencontrarnos en el GPC contra Cerrito.

Tricolores saludos

NINO