"Le dije que se equivocó, que lo viera por la tele"Ayer, en Los Céspedes, el volante tricolor no sólo se refirió a la tarjeta amarilla que lo puso de malhumor el domingo pasado; también analizó qué debe hacer Nacional para salir campeón uruguayo: "No tener errores nosotros y que ellos no tengan tanta suerte. Esa es la clave".


JORGE SAVIA

- Se calentó bastante, algo inusual en usted, el domingo pasado.

- Sí, un poquito. ¡Je!

-¿Por qué pasó puntualmente en este caso?

-Porque el problema es que cuando yo pego, soy castigado, como pienso que tiene que ser si uno hace algo que está mal o es antirreglamentario. Pero ayer, en cambio, fui yo el que recibí un golpe fuerte y, sin embargo, no fue de la misma forma, no pasó nada. Por eso perdí un poco la línea y me calenté tanto.

-De Souza fue con el pie más arriba que el suyo.

-Yo fui a la pelota. No digo que él haya tenido mala intención, pero no era para sacarme la amarilla a mí, ¡porque fue a mí que me hicieron el foul! Además. no es sólo eso...

-¿Qué?

-Esa tarjeta, después, me hizo jugar condicionado.

-¿Se tuvo que contener de ahí en adelante?

-Y... ¡claro! Quiera o no, eso a uno le cambia la forma de juego, no es lo mismo ir a una pelota dividida sin tener una amarilla que ya estando amonestado. Por ahí uno llega fuera de tiempo, un segundo tarde, y lo mandan para afuera de la cancha.

-Además, en el mediocampo, parece que hay mayores posibilidades de jugadas de ese tipo que en otros lugares de la cancha.

-Por supuesto. Es eso a lo que me refiero. Por ahí, después, al mínimo roce, ya te echan por algo que no hice, o que no fue para tanto. Entonces, uno juega con temor, pensando en eso antes que en lo que tiene que hacer. Como decía antes: juega condicionado; y así, da ventajas.

-¿Le dijo algo a Ubríaco? ¿Le reclamó algo?

-No, no. Esas cosas a uno "lo sacan", pero no lo insulté ni nada. Sólo le dije que se había equivocado, que lo mirara por la tele. A veces yo soy de calentarme y juego brusco, lo reconozco, pero si cuando juego brusco y llego un segundo tarde soy castigado, lo único que espero es que cuando pasa al revés, que sea para las dos partes iguales.

-¿Ubríaco le dijo algo?

-No, porque yo no le hablé mal. Además, no creo que lo de él (el árbitro) haya sido con mala intención, lo único es que fue una jugada rápida, se equivocó y ahí me calenté.

-Vamos al fútbol; ¿cómo se quiebra esta paridad que se vio entre ustedes y Defensor en las dos primeras finales que jugaron?

-No teniendo errores nosotros y que ellos no tengan tanta suerte. Si vos ves, en el primer primer tiempo llegaron una sola vez, con un centro exacto y una definición perfecta, mientras que nosotros llegábamos y llegábamos y no concretábamos. Si solucionamos esas cosas, pienso que esa es la clave.


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