NO ESTÁ LEJOS

Nacional perdió el invicto, pero quedó la sensación que la diferencia se puede absorber en la revancha


Daniel Rosa

En la Plata

Chau invicto, pero no ilusión. Nacional perdió 1-0 ante Estudiantes y dejó de ser el único equipo imbatido en la competencia. Ante un conjunto argentino que consiguió un tempranero gol y que luego lo defendió muy bien, con un despliegue sensacional de Rodrigo Braña en la mitad del campo de juego, el tricolor definirá la semifinal en Montevideo con la responsabilidad de ganar, pero con la sensación de que es una diferencia que bien puede absorber.

Los técnicos dicen que el resultado perfecto es aquel que mantiene el cero en el arco propio porque significa que la defensa no falló. No siempre los goles llegan por errores de la retaguardia, sino que a veces hay aciertos del rival. En el caso del primer tanto pincharrata hubo de las dos cosas. Desatención primero para permitir que Verón sacara rápidamente una falta y habilitara a Benítez y otro en el área, cuando el volante local sacó el centro de derecha a izquierda que Victorino vio pasar por encima de su cabeza y que Matías Rodríguez no cerró adecuadamente por el segundo palo, permitiendo el cabezazo de Galván.

Ese tanto obligó una vez más a Nacional a remar de atrás, a tratar de salir a dar vuelta un partido que se planteaba complicado por la jerarquía del rival y también porque no jugó bien el elenco dirigido por Gerardo Pelusso. Se repitió en pelotazos que generalmente ganaron Schiavi y Desábato y utilizaron muy poco las bandas para tratar de abrir brechas. Incluso, cuando Matías Rodríguez se mandó un par de veces al ataque careció de decisión y confianza.

Nicolás Lodeiro jugó lejos del arco, muchas veces se empecinó en trasladar la pelota y así Medina y Biscayzacú se congelaron en la ofensiva.

Controlar a Verón apareció como algo clave, pero por momentos se hizo y por otros no. Arismendi le hizo una marcación espejo, a tal punto que cuando la pelota estaba a sus espaldas se ponía de perfil para mirar dónde estaba el balón y de reojo vigilar a La Brujita, quedando perfilado como para ir a cortarlo si recibía. Sin embargo, el capitán de Estudiantes logró zafar varias veces a esa marca, que le dio unos cinco metros de ventaja, y una de ellas fue decisiva.

Sin embargo, lejos estuvo Estudiantes de ser un equipo arrollador. Manejó más la pelota, es cierto, como también que antes de ponerse en ventaja obligó a tres espectaculares atajadas de Muñoz. Empero, le faltó claridad y profundidad.

Con la sensación de que nada estaba perdido y que, por el contrario, el panorama podía revertirse como tantas veces lo hizo este equipo de Nacional, Pelusso mandó para el segundo tiempo al "Morro" García en sustitución del "Cacique" Medina. Además, a la salida al campo la buena noticia fue que Verón no estaría en los segundos 45 minutos producto de un tirón. Y la apuesta estuvo a punto de dar rápidos dividendos.

A los 3 minutos el "Morro" cabeceó solo en el área y el balón salió apenas desviado. Pocos minutos después la chance la tuvo Biscayzacú, que definió suave de media vuelta. Nacional estaba pronto para dar el golpe.

El segundo tiempo se jugó prácticamente en campo de Estudiantes, aunque el local tuvo un par de chances de anotar mediante contraataques. En San Pablo, ante Palmeiras, hizo menos méritos que anoche por convertir y sin embargo logró anotar el tanto que a la postre terminó dándole la clasificación a semifinales. Ese gol ahora deberá buscarlo dentro de cinco días en Montevideo, donde está obligado a ganar.

Las cifras 8 partidos al hilo lleva Estudiantes sin recibir goles en la Copa Santander Libertadores.

8 partidos estuvo Nacional sin caer en la Copa Libertadores; ayer perdió el invicto.

Las Estrellas Rodrigo Muñoz Llegó a salvar dos veces su arco en una misma jugada. Sus atajadas impidieron que la derrota fuera más amplia.

Rodrigo Braña Corrió, redujo espacios, fue de los pocos que mantuvo la pelota, hizo la pausa y hasta hizo pases penetrantes.


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