Por algo le dicen 'Loco'. Sebastián Abreu tenía sobre sus hombros las esperanzas de todo selección de Uruguay cuando fue a ejecutar el último penal de una definición desde los 12 pasos ante el conjunto de Ghana, mismo que valió el pase a la siguiente fase, en los Cuartos de Final del Mundial Sudáfrica 2010.
Y el gran interrogante era si apelaría al tiro picado que hace a menudo, pegándole suavemente al balón para que salga bombeado al medio, apostando a que el arquero se tirará hacia algún costado.
Si el portero no se tira, es pelota fácil para atajar.
Abreu -con una sangre no fría, sino helada- ensayó ese remate. El portero se tiró y el balón terminó adentro, desatando el apoteósis en el banco uruguayo.
Cuando un periodista le preguntó al técnico uruguayo Oscar Washington Tabárez si lo de Abreu había sido una locura, el entrenador se molestó.
"No fue locura. Fue gol", expresó. "Lo hizo contra Brasil en la Copa América. Igual que hoy".
"Yo le llamo clase, categoría. Quienes lo critican no se animarían ni a lo mínimo. Él se animó. Si los errase, sería otra historia. Yo lo felicito", acotó.
Diego Forlán, autor del gol del empate 1-1 y quien convirtió el primer penal, dijo que antes de que Abreu ejecutase el quinto tiro "alguien dijo 'la va a picar... que no lo pique, no es el momento'".
Abreu sostuvo que el disparo picado "es una forma de ejecutar los penales".
"Uno cree en esa forma. La confianza del grupo te da la tranquilidad de que es la forma correcta", manifestó.
Abreu es un trotamundos de 33 años que ha militado en clubes de Uruguay, Argentina, Brasil, Grecia, Israel, México y España, anotando goles en todos lados.
Actualmente milita en el Botafogo de Brasil.
UNIVISION
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