Cualquiera sea el resultado electoral, Morgan Martínez pedirá una asamblea por las obras del Parque Central.
JORGE SAVIA
"Nunca sentí tanta felicidad en un clásico como el domingo pasado. Ver a Nacional tan superior, tan distinto en todo, adentro y afuera de la cancha, fue algo incomparable".
De entrada, saliendo de boca del Cr. Morgan Martínez, que ocupa el tercer lugar en la lista 8 para las elecciones tricolores del próximo sábado, se puede dudar si esas palabras no representan un escudo de protección -blindado por una condición de nacionalófilo innegable- de la oferta alternativa, más que opositora, al gobierno de un club que aparece como exitoso en todos los planos.
No es así, sino todo lo contrario: "Viendo el equipo, la hinchada, la forma de jugar y comportarse, que es diferente al resto del fútbol del uruguayo, uno se pone a pensar que la raíz de eso está en el sentimiento de pertenencia que despertó en el socio y el hincha la forma como, con la participación de todos, incluso yendo a barrer las tribunas, a limpiar las butacas del palco, surgió y creció la obra del nuevo Parque Central hace seis años".
En las palabras iniciales del ex vicepresidente tricolor durante el primer mandato de Eduardo Ache hay una plataforma, si no electoral, de lanzamiento de argumentos por los cuales la lista 8 va a los comicios del próximo sábado: "Yo, por ejemplo, estuve de acuerdo con el nombramiento de Acevedo; pero no con el proceso para nombrarlo; como tampoco con la forma en que se bajó a Lasarte. Las formas son las que nosotros (lista 8) queremos cambiar; Nacional es un club de 25.000 socios y no puede tener una forma de trabajo individualista, cerrada".
Entrando en un área en la que habla con conocimiento de causa, pues fue el encargado de administrar el club durante tres años, el también ex presidente de la Sociedad Anónima Deportiva que gestionó las obras del Parque Central, enfatiza que "cuando nos fuimos (de la directiva) en 2003, el activo que dejamos fue un plantel de juveniles valorado en muchos millones de dólares que hoy los estamos vendiendo; algunos bien, otros regular y otros mal. Y el pasivo que dejamos no llegaba al 70% del actual. Cuidado, pues, con transferir a estas figuras, sin sacarle el rédito suficiente ni generando la reposición adecuada, y con seguir agrandando el pasivo como lo estamos agrandando".
La exposición de Morgan Martínez no podía eludir la alusión a las obras del Parque Central; a las diferencias entre el encare de la primera y la segunda etapas: "En Estadio Uno, Ricardo (Alarcón) dijo que no era lógico vender los palcos porque se estaba entregando parte del Parque Central a los palquistas, que iban a ser propietarios durante 15 años, en contraposición a la posibilidad de conseguir un crédito bancario y pagarlo a corto plazo. Yo, en cambio, pienso que a los más de 350 socios que ocupan los 67 palcos que se hicieron, debemos darle una muestra de gratitud y respeto por su aporte solidario de cerca de US$ 2.500.000 para la reconstrucción del Gran Parque Central; porque hacía 30 años que se venían buscando formas de licitación para las obras del estadio y nunca se concretaron, por más que nos habían presentado ofertas millonarias. La diferencia entre nuestra idea y lo que propone el presidente, es que en la financiación bancaria se debe devolver el capital y se deben pagar intereses; con la financiación por la colocación de los palcos, éstos se cobran por adelantado y se cambian por aire detrás de las tribunas, porque el palco ocupa una superficie -como va a pasar en la Atilio García, por la forma en la que resolvieron hacerla- que no es utilizable".
Martínez insistió que "eso, además, nos da un sentimiento de casa propia, de pertenencia, de participación, que fue el que palpé en la hinchada de Nacional el otro día en el clásico. Por si fuera poco, en vez de tener que pagar intereses, eso genera para el club -por concepto de gastos comunes de los palcos- US$ 5.000 mensuales, con los que se financian, a su vez, los gastos de mantenimiento del estadio".
El ex dirigente recuerda, a su vez, que "en enero de 2005 trajimos del exterior a un técnico experto en el tema de las butacas e hicimos un proyecto que se lo presentamos a la directiva, para vender 8.000 butacas a un promedio de US$ 100 cada una, lo que implicaría US$ 800.000 anuales, con lo cual se podría pagar el pasivo del club en 5 años. Pasaron esos 5 años y ese dinero no entró al club porque la directiva, entonces liderada por Eduardo (Ache) y Ricardo (Alarcón), se opusieron a que la Sociedad Anónima Deportiva se encargara de llevar ese proyecto adelante. Sumadas estas dos cosas, generan una diferencia de enfoque tremenda sobre la forma de seguir las obras, que fue lo que hizo que nos quitaran del medio en esa área".
Por último, más que una arenga, o una proclama, el postulante a directivo, hizo un anuncio que va más allá de la instancia electoral del sábado: "El tema de que la continuidad de la obra debíamos hacerla mediante la construcción de palcos ya lo dije en la asamblea ordinaria de 2008, lo dije en la directiva y también en la comisión del Parque. Inclusive, en mayo de este año pedimos una reunión extraordinaria para el tratamiento del tema antes de que se le asignara la obra a la empresa constructora, y nos hicieron un boicot: no fue nadie de la mayoría a la sesión de la directiva. Faltaron los seis titulares de la mayoría, ahí pedimos una asamblea extraordinaria para tratar este tema, y lo vamos a volver a pedir después de las elecciones, para que sea el órgano máximo del club el que decida, porque la que decidió la forma en la que debían realizarse las obras del Parque Central, fue la asamblea de socios de 2003".
A esta altura, no hay dudas. O, mejor: con o sin escudo, eso es "a gusto del consumidor", la alternativa que plantea Morgan Martínez por la lista 8 es de forma, y en algunos aspectos, también de fondo; las urnas tendrán la palabra, aunque puede no ser la última, si el tema de la segunda etapa de las obras del Parque Central finalmente es llevado a una asamblea extraordinaria.
"Hemos tomado varias decisiones deportivas que eran equivocadas" Contador, empresario, Morgan Martínez también "atacó" el aspecto estrictamente futbolístico, que es tan importante como el económico financiero, al fin y al cabo: "Hay otras cosas que deben cambiar, no sólo las formales. El fútbol en sí no debe quedar librado solamente al gerente deportivo y al entrenador, sino que debe haber en el club una comisión de fútbol que no funciona desde hace años".
En ese sentido, el ex vicepresidente enfatizó que "por no tener esa comisión, hemos tomado decisiones deportivas equivocadas; por ejemplo, la Libertadores de 2007, en donde jugamos como 6 partidos en 11 días con el mismo equipo y por ese motivo perdimos feo en la Copa, el clásico y el Uruguayo. Ese tipo de cosas no pueden ocurrir. Para la toma de ese tipo de decisiones, debe haber una masa crítica más importante".
El postulante por la lista 8 dijo, además, que "lo mismo pasa con la Copa Sudamericana, que si no hubiera sido por una decisión que no pasó por la directiva ni ningún miembro especializado de la comisión, no habríamos enfrentado la Liguilla con el equipo que la enfrentamos, corriendo el riesgo de que con los chiquilines que mandamos a jugar, y terminaron últimos, se desvaneciera el trabajo de mucha gente durante muchos años".
Enfocando al plano internacional, Martínez retomó una idea que ya expuso -incluso desde adentro de la directiva- en muchas ocasiones desde hace varios años a esta parte: "En 2006, la plataforma que llevamos a las elecciones anteriores era `Nacional campeón de América y del Mundo`; y hoy se reedita ese proyecto, ya asociado a nombres que fueron campeones de América y el Mundo en el 88, como Garbarino y De León, quienes está absolutamente alineados con esa idea, pero en la creencia de que todos juntos, conformando un equipo, tanto en el club como en la cancha, podemos lograr esas metas que, con el paso del tiempo, para el fútbol uruguayo, pudieron parecer inalcanzables".
El ex vicepresidente tricolor consideró que "en este momento, hay bases muy importantes logradas en los últimos años, para poder tener aspiraciones de conseguir títulos internacionales", precisando que "una de las cosas por las que yo levanté las dos manos en directiva fue cuando se habló de traer al club a muchachos que participaron en el ciclo 2000-2003, fueron campeones uruguayos aún siendo muy jóvenes, luego consolidaron una personalidad futbolística y personal en Europa durante 5 o 6 temporadas, y volvían con un promedio de 29, 30, o 31 años; cuatro de ellos, como Lembo, Varela, Regueiro y `Ojota` Morales, estuvieron en la cancha el domingo pasado. Eso hay que reafirmarlo de acá en adelante, porque Nacional está para cosas muy importantes; pero para eso debemos estar todos juntos, que todo el mundo colabore y se sienta el espíritu de equipo que muchas veces no ha aparecido en momentos fundamentales como esos ejemplos de la Libertadores, el Uruguayo y la Sudamericana".
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