Más de mil personas llegaron al Club Remeros de Salto para ver el entrenamiento del plantel. El inicio del mismo se tardó unos minutos debido a la cantidad de niños que ingresaron al campo de juego.
Varias banderas colgadas de los tejidos y cientos de camisetas tricolores dieron al marco a una práctica teñida de rojo, azul y blanco. En la cancha los jugadores prestaban una oreja a las indicaciones de Acevedo y otra a los comentarios (arengas, saludos y hasta piropos) que venían el otro lado del alambrado. La gente se entretuvo con los trabajos de reacción.
Dos equipos se disputaban la quita el balón a y luego tocaban rápidamente el balón a sus compañeros. Ganaba el que más pases hacía. Luego se hicieron trabajos específicos de definición: centros desde las bandas y dos defensores contra dos atacantes.
Tras el entrenamiento se produjo la invasión de los bolsos a la cancha. Los jugadores firmaron autógrafos y se sacaron fotos.
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