Nacional sigue festejando su título. Pero los integrantes del campeón empiezan a tomar distintas rumbos. Pelusso no sigue y lo suplantaría por estas semanas Luis González. Además, los titulares tienen descanso y la Liguilla se juega con un equipo muleto.

Luego del éxtasis, el desparpajo. Nacional ya dio la vuelta que lo deja como el nuevo rey del fútbol uruguayo. Y después de la alegría llega el merecido relax. Bueno, no tanto relax para los popes tricolores.



Es que los dirigentes ya tuvieron un jueves ajetreado. Ricardo Alarcón y Daniel Enríquez se reunieron con Pelusso por la tarde para intentar renovarle el contrato. Pero el capitán del barco decidió que era la hora de bajarse, después de anclar en el puerto más hermoso. Nacional le ofreció seguir seis meses más, hasta el próximo período de elecciones del club. Pero al coach no le cayó en gracia la oferta: amante de los proyectos largos, no lo seducía uno tan corto.



Del otro lado poco podían hacer. Alarcón banca a full a Pelusso, pero sabe que otros dirigentes no tanto. Hizo lo que la lógica le pidió: ofrecerle la continuidad hasta que él estuviera en el sillón presidencial. De todas formas, sabía que el entrenador tenía el NO decidido desde hace días: Pelusso esquivó dos años de mucha crítica y sabe que es un buen momento para dejar su puesto. Tiene ofertas más tentadoras económicamente y hay que aprovecharlas. Además, la salida por la puerta grande siempre asegura que esa puerta quede bien abierta para una futura entrada.



Con el panorama limpio, se llamó a Luis González. El DT campeón con Rocha en 2005 será el encargado de llevar a Nacional por la Liguilla. Un desafío lindo para él y para los jugadores que lo acompañarán. El Grupo Z, como se lo bautizó, está compuesto por muchos pibes, algunos con más trajín (Caballero, Burián) y otros con menos (Apólito, Abero). Esos tendrán la chance de mostrarse y dejar en claro que pueden ser usados por el futuro DT.



Mientras, la mayoría de los pilares del campeón dicen adiós. Muchos no vuelven, como Romero, Mondaini o Federico Domínguez. Otros esperan, como OJ, Medina o Muñoz. Lo concreto es que terminado un semestre de enorme éxito, la familia que llevó a Nacional a lo más alto empieza a desintegrarse...al menos por unas semanas.

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