
Unos 2.000 hinchas vieron el partido en el Parque Central pese a la inhóspita noche
SILVIA PÉREZ
Los termómetros marcaban 3°, pero la sensación térmica era mucho menor. Aunque aún era temprano, se veía muy poca gente en las calles. Los que salían del trabajo se apresuraban a llegar a sus hogares. Nada mejor que sentarse junto a la estufa o meterse en la cama con la bolsa de agua caliente. Sin embargo, unos 2.000 hinchas de Nacional fueron al Parque Central a ver el partido frente a Estudiantes por las semifinales de la Copa Santander Libertadores en pantalla gigante.
La mayoría eran jóvenes que colgaron sus banderas y saludaron la salida al campo del equipo como si estuvieran en el mismísimo estadio de La Plata. No faltaron petardos ni fuegos de artificio.
"Tomá, fumate una acelga", invitó el hincha mientras ofrecía un cigarro de dudoso contenido. "Bueno, después que hagas la nota", insistió ante la negativa de la periodista.
"Tomate un trago", ofreció otro unos pasos más adelante. "Es para el frío", agregó estirando la caja de vino. Es que anoche en el Parque, el frío era insoportable y todo servía para calentarse un poco.
Los hinchas colmaron las dos bandejas de la tribuna José María Delgado. Los que estaban en la parte superior, sobre la izquierda, casi no llegaban a ver la pantalla, pero poco les importaba. "¡Dale booooo, hoy te vinimo` a ver, no podés perdeeer, te vinimo` a alentaaaar, la vuelta vamos a daaaar!", entonaba la banda del Parque.
Algunos palquistas también habían preferido ver el partido en el Parque rodeados de hinchas. Las dos señoras no tenían previsto aparecer por la quinta de la Paraguaya, pero como a la casa de una de ellas llegó el cuñado, que es manya, decidieron salir y terminaron en el Parque. "Yo con el mufa ese no me quedaba", explicó una de ellas casi indignada.
El relato de la cadena que transmite la Copa Santander Libertadores sonaba en el escenario tricolor, pero casi no se oía por los cánticos de los parciales.
Rodrigo Muñoz salvó su arco en dos oportunidades y la gente festejó. Llegó el gol de Estudiantes, pero lejos de entregarse los hinchas redoblaron sus cantos.
Le recordaron al carbonero que distintos eran y al "pincha" que le iban a ganar. Insultaron a Verón y a la "Gata" Fernández.
Los encargados de la seguridad, identificados por sus camperas, organizaron todo muy bien. Pero de a ratos olvidaban su tarea y se unían a los cantos y saltos de los hinchas.
"Hoy trajimos al gato de la suerte", explicó la muchacha rubia, mientras bajaba el cierre de su campera y mostraba un gatito gris de pocos meses. En eso comenzó el clásico "¡el que no salta es de Peñarol!" y todos comenzaron a saltar. La muchacha, con el pobre felino en su campera, también.
Se ilusionaron con la salida de la "Brujita" y con el ingreso de "Matute". El segundo tiempo transcurrió igual que el primero, sin que los hinchas dejaran de alentar ni de ilusionarse con el empate.
Sufrieron con la última de Boselli que volvió a salvar Rodrigo Muñoz convirtiéndose en figura.
"Al final no fue tan mal resultado", se conformaron al final.
1.500 socios ya tienen boletos Ayer comenzó la venta de entradas para la revancha del miércoles. En primera instancia se habilitó la venta exclusiva para socios y fueron 1.500 los boletos adquiridos, antes de jugarse el partido de ida. La venta continúa en la jornada de hoy y los precios son los siguientes: tribunas Ámsterdam y Colombes $ 170 generales y $ 150 socios, tribuna Olímpica sin numerar $ 250 y $ 150, Olímpica numerada $ 350 y $ 200, tribuna y platea América $ 500 y $ 250. El partido está fijado para el miércoles a las 21.15 en el Centenario.
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