
Nacional deberá enfrentar a San Luis en octavos, pero su partido no tiene fecha ni lugar porque nadie quiere recibir a los mexicanos
DANIEL ROSA
La noche del jueves debió ser de disfrute para Nacional, pero terminó transformándose en una de angustia. El 3-1 ante el homónimo paraguayo en el Parque Central dejó al tricolor tercero en la tabla de posiciones global, lo cual terminó causándole un gran dolor de cabeza a la institución, que no sabe cuándo ni dónde jugará por los octavos de final.
El emparejamiento con el mexicano San Luis está en el aire, porque la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) decidió fijar el inicio de la próxima fase para la semana próxima, excepto el de los equipos mexicanos, pues no hay sede para que jueguen y eso afecta a Nacional.
Los tricolores llegaron al Parque Central sabiendo que si debían jugar ante un mexicano irían a Bogotá. La CSF así lo había informado a primera hora de la tarde, pero en el entretiempo del partido llegó la noticia de que el alcalde de la capital colombiana no daba el permiso para que aterrizaran los mexicanos ante la amenaza de que portaran el virus de la gripe porcina. Los tricolores querían evadir la chance de jugar con un mexicano. Sus cálculos más optimistas eran ganar y que el peruano Universidad de San Martín empatara ante River Plate en Buenos Aires, con lo que el destino los cruzaría nuevamente, primero en Lima. Era un viaje directo, de cuatro horas, y ante un rival al que ya conocía. El triunfo 3-0 de los millonarios en Núñez lo impidió.
Durante buena parte del partido, mientras duró el empate, el rival fue Palmeiras, al que también se quería evitar, aunque ello hubiera significado tener fecha y sede segura. Los goles de Coates y Lodeiro sellaron la victoria y San Luis se cruzó definitivamente en el camino de Nacional.
La primera alternativa que surgió luego de la determinación colombiana fue Quito, a lo que Nacional no dio su visto bueno. Entonces surgió Santiago de Chile. Las máximas autoridades de la CSF están en el país trasandino por el Sub 17, por lo que aprovecharon para reunirse. Empero, también se encontraron con la traba de las autoridades chilenas. Por lo tanto, se decidió postergar el partido al menos una semana para lograr más tiempo y quizá incluso llegar a jugar en México.
Mientras tanto, se continuará charlando con los distintos países tratando de que abran sus fronteras a los mexicanos. Nacional espera y no le viene mal, porque tiene a varios jugadores importantes que deben ser recuperados.
El problema del cruce con San Luis surge solamente fuera de fronteras, porque todos los gobiernos están preocupados por la presencia de los mexicanos en sus ciudades, no ocurriendo lo mismo con las autoridades uruguayas (ver página 3), que no oponían reparos al arribo de los potosinos a Montevideo.
Nacional está en octavos, pero por ahora más que disfrutarlo lo está sufriendo.
Ovación digital







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