El "Chapita" eligió quedarse y pudo festejar, pero aún en el momento más feliz tuvo un recuerdo para los compañeros que tuvieron que irse de Nacional.
DANIEL ROSA
-¿Se sacaron las ganas de dar la vuelta olímpica?
-Sí. ¡Al fin! Se demoró más de lo normal, pero estoy muy contento, disfrutándolo con el grupo, porque la verdad es que se lo merecía, más allá de que el rival si llegó hasta acá también se lo hubiera merecido. Pero en este caso es especial porque no sólo se disfruta por los que estuvimos en la cancha, sino también por los que apoyaron desde afuera e incluso los que hoy ya no están con nosotros, pero que la remaron con nosotros durante el semestre pasado aportando su granito de arena. Por eso es que hoy me gustaría que ellos también se sientan identificados y orgullosos por esto que logramos.
-Se vio feo en algún momento para ustedes.
-Muy feo, porque Danubio es un equipo difícil, que juega muy bien al fútbol y todavía estaba con un gol arriba y con un futbolista de más. Nos manejaron bien la pelota y eso nos complicó, pero creo que en el segundo tiempo mostramos que somos un equipo grande.
-¿Por qué salió campeón Nacional?
-Porque hizo las cosas bien durante todo el torneo, saliendo incluso de momentos difíciles y porque demostró que tiene buenos jugadores.
-Y específicamente en este partido, ¿por qué ganó?
-Porque mantuvimos el orden en el segundo tiempo y porque se asimiló lo que hablamos en el entretiempo, en donde nos dijimos que estábamos jugando una final y no sentíamos que estuviéramos encarándolo así. Si bien estábamos metiendo todos, esta clase de partidos se gana con un extra que este equipo lo puso en la segunda mitad.
-¿Viene a la memoria el pasado, como lo ocurrido ante Villa Española en el Parque?
-A mí por lo menos no, sino lo que decía antes en cuanto a los compañeros que estuvieron en este proyecto y que ahora están en otros equipos por las cosas raras que pasaron en este campeonato. En estos momentos recuerdo -y me da mucha pena- el estar abrazándome con los compañeros que están hoy con nosotros y no haber podido darles un abrazo a los que ya no están. Ellos también se hubieran merecido estar en este vestuario festejando, así hayan estado un minuto en la cancha o incluso si no lo hicieron, porque estuvieron al lado de nosotros en los entrenamientos, en las concentraciones, en las buenas y en las malas. Ellos sí me vienen a la mente.
Recuerdo.
Ovación digital
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