
No son pocas las ocasiones en que la realidad parece dar la razón a los hinchas tricolores que dicen que Nacional juega contra todos. Además de los rivales ocasionales en el campo de juego, Nacional juega contra otros rivales, mucho más fuertes que aquellos.
Desde hace mucho tiempo, Nacional debe enfrentar, simultáneamente, al poder económico que domina el fútbol uruguayo, a las absurdas decisiones de diversos órganos de la AUF, a los sectores más influyentes de la prensa “especializada”, numerosos arbitrajes perjudiciales, y también a la dispar actuación de la policía.
¿'Usté' no desconfiaría...?
El 18/09/08, el portal www.montevideo.com.uy informaba que “Peñarol se salvó de que le quiten puntos por los incidentes en el Charrúa en el partido ante Racing. Tras declarar, los funcionarios de la recaudación de la AUF que habían sido agredidos no pudieron determinar de dónde partieron las pedradas que recibieron. (...) Tampoco hay parte policial o videos de prueba de los canales de televisión, por lo que finalmente el Tribunal no descontará puntos a Peñarol para el próximo torneo.“
El 01/10/08, el diario “La República” informa que el C.A.P. fue sancionado con una multa de U.R. 250, por los incidentes registrados en el Estadio Charrúa el pasado 30/08/08, en el encuentro contra Racing. El matutino expresa que “Lo más destacado del fallo (...) es la falta de colaboración de las autoridades policiales que una vez más no concurrieron a brindar testimonio ante el citado Tribunal, a pesar de que varios efectivos fueron lesionados por los parciales de Peñarol. (...) El Tribunal también señaló en el fallo la falta de colaboración de los canales privados de televisión que no aportaron copias de las filmaciones de los incidentes que fueron registradas por sus cámaras y que hubieran permitido una prueba más fehaciente de los mismos.(...) El Sr. jefe de Recaudación manifestó que 'Las lesiones (del personal de Recaudación) las sufrieron a raíz de la pedrea que recibieron desde dentro del estadio, concretamente de la Tribuna que ocupaba la gente de Peñarol.”
Resulta llamativo que, de acuerdo a lo informado por www.montevideo.com.uy, los funcionarios agredidos no hayan podido “determinar de dónde partieron las pedradas que recibieron”, pero días después, según lo informado por el matutino “La República”, el propio Jefe de Recaudación de la AUF declaró que las agresiones provinieron “de la Tribuna que ocupaba la gente de Peñarol.”
El fallo del Tribunal de Penas de la AUF careció de dos pilares fundamentales: el testimonio de la autoridad policial interviniente en los hechos que motivaron las actuaciones y los registros gráficos de tales hechos. Cabe preguntarse si la sanción al C.A.P. se hubiese limitado a una multa económica, en caso de que el Tribunal hubiera podido diligenciar las pruebas a las que no tuvo acceso. Si hubiera contado con las mismas, posiblemente el C.A.P. hubiera sufrido una nueva quita de puntos, quizá más importante que la padecida en el torneo en curso. La inacción de la policía y de los medios de comunicación salvó al C.A.P., una vez más, de una grave sanción deportiva.
Carné de pasivo
El 10/10/07, el matutino “La República” informaba que, el día anterior, el periodista Jorge Da Silveira había señalado en Sport890 que “debido a las presiones que (el Vicepresidente de la AUF Sr. José Carlos Domínguez) ejercía contra los funcionarios policiales en las audiencias del Tribunal de Penas de la AUF cuando eran citados para brindar su testimonio, el Comando de la Jefatura había resuelto hace un año y medio no autorizar más la comparecencia de éstos ante el citado órgano jurisdiccional. (...)” Es posible que la pasividad de las autoridades policiales en el caso del partido entre el C.A.P y Racing se encuadre en las presiones denunciadas por el periodista antes mencionado. La pasividad mediática exhibida en el partido entre Racing y el C.A.P. contrasta con el celo mostrado por los mismos medios al día siguiente, el 31 de agosto, en ocasión del frustrado partido entre Nacional y Villa Española. En el primer caso, incidentes que duraron varios minutos no fueron registrados por ninguna de las cámaras ubicadas en el Estadio Charrúa. En el segundo, la cobertura televisiva incluyó un inédito acompañamiento al cuarto árbitro hasta la misma puerta del vestuario tricolor, varias cámaras en el hall de acceso al palco del Parque Central para documentar la reacción de los parciales tricolores allí ubicados ante la suspensión del partido, el registro de la agresión de algunos hinchas a dos periodistas y el seguimiento a uno de ellos hasta el centro asistencial donde fue atendido.
Las lesiones padecidas por efectivos policiales y miembros del personal de Recaudación de la AUF en el partido entre Racing y el C.A.P. apenas ameritaron una sanción económica para el C.A.P. La agresión a dos periodistas en el Parque Central, tan condenable como la anterior, seguramente le cueste a Nacional, no sólo una sanción económica, sino también la pérdida de puntos para el próximo torneo Apertura. La actuación de algunos medios de comunicación incidió directamente para que hechos similares, pero con diferente cobertura, puedan generar sanciones tan diversas.
La culpa no es del chancho...
Los medios de comunicación manejan un bien de dominio público. La información, entendida en su más amplia acepción, pertenece a la sociedad en su conjunto. Que el manejo de ese bien público esté, mayoritariamente, en manos privadas, no significa que deba estar sujeto a intereses sectoriales, en función de los cuales determinadas imágenes televisivas son colocadas durante días en el centro de la atención pública, mientras otras de similar tenor desaparecen sin explicación alguna.
Cabe preguntarse si la actitud de los principales medios de comunicación hacia Nacional fuese la misma, en caso de que el club decidiera actuar en concordancia con el rol que esos mismos medios, en decisión voluntaria, han asumido, es decir, el de rivales, cuando no enemigos, de Nacional.
Rodrigo
01/10/08
EXTRAIDO DE : DECANO.COM







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